Leche de Almendras (la receta más fácil del mundo)
Ojalá hubiera sabido antes lo fácil que es hacer leche de almendras en casa. Durante un tiempo estuve comprándola concentrada, pero aquello debería haberse llamado concentrado de azúcar con 0.0001% de almendras. Más tarde la encontré en polvo, pero tenía un sabor horrible y encima se cortaba al echarla en el té. La leche de almendras ya preparada es bastante cara en las tiendas, y además siempre me han disgustado las bebidas en tetra pack, principalmente por el impacto medioambiental que supone tirar una caja hecha de plástico y cartón por cada litro de líquido que consumimos. Y así fue como al final llegué a la conclusión de que lo más sencillo sería hacerla yo misma. He aquí la receta de leche de almendras más sencilla del mundo:
Ingredientes para 1 litro:
- Un puñado de almendras (aproximadamente 100 g), si pueden ser de cultivo ecológico,
- Agua
Opcional:
- Vainilla, canela, calcio vegetal, sirope de arroz...
Cómo se hace:
Ponemos a remojo las almendras durante cinco o seis horas o hasta que el agua se vuelva turbia y rojiza y se forme un cerco al borde del agua. Siempre hay que remojar las almendras antes de usarlas, porque esto las hace más digeribles y es más fácil para el organismo obtener vitaminas y minerales de ellas.
Una vez remojadas descartamos el agua y escaldamos las almendras (las pasamos rápidamente por agua hirviendo, máximo dos minutos) para poder pelarlas. Hay que pelarlas rápido porque si se enfrían la piel vuelve a pegarse.
(Quien tenga prisa puede comprar las almendras ya peladas y saltarse este paso).
A continuación las colocamos en la batidora (una batidora de mano también vale) junto con un vaso de agua y batimos durante un par de minutos.
Añadimos agua hasta conseguir la consistencia deseada. Llegados a este punto podemos colar la leche con un trapo, gasa o colador. Yo personalmente no lo hago porque no me molesta el poso. Si la coláis usad las sobras en vez de harina en algún pastel o echadlas en los cereales del desayuno.
Por último podemos añadir canela, vainilla, o cualquier cosa que nos apetezca (a mí me gusta natural, sin nada de nada).
Ya tenéis vuestra leche casera de almendras. En la nevera debería durar unos cuantos días. En realidad no lo sé porque en mi casa enseguida desaparece. Con ella podéis hacer por ejemplo un batido como éste, de moras, ciruelas y... claro está, ¡arándanos!
NOTA: Es posible que alguien viera esta entrada hace tiempo con un contenido ligeramente distinto. La razón es que tuve que reescribirla, porque la borré por error y desapareció en el mar del olvido...
Que guay, creo que la hare
ResponderEliminarLa bebida de almendras es una buena opción para aquellas personas que sean intolerantes a la lactosa y quieran desayunar o añadírsela a un café. Esta bebida posee muchas vitaminas y es una fuente de energía para poder empezar de la mejor forma nuestro día, podemos acompañar la bebida de almendras en nuestro desayuno con pan o bollería.
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