Razones para (no) usar pañales de tela

Ya antes de nacer mi hija decidí que iba a usar pañales lavables. Un conocido, padre de dos preciosos retoños, se burlaba de mí día sí y día también, y me decía cosas como: "¡ilusa! Ya verás cuánto tardas en aparcarlos en un cajón". Este bienintencionado caballero fue el primero de las muchas personas que desde entonces se han cruzado en mi camino con sus encantadores comentarios de aliento. Tal y como él hay mucha gente que disfruta desanimando a los padres primerizos y "metiéndoles miedo" de intentar algo diferente. En honor a todos ellos he decidido hacer esta entrada, recopilando todos los "peros" que he escuchado en casi dos años y respondiendo a todos ellos de uno en uno. Si has llegado hasta aquí buscando opiniones sobre pañales de tela quizás pueda ayudarte. Si no, al menos te puedes reír leyendo la de cosas que he tenido que escuchar como mamá hippy-friki y lavapañales:

Pañales de tela: todos los inconvenientes que la gente cree que tienen... y por qué no es verdad.

Nota: nadie me paga por hacer publicidad de los pañales de tela (aunque -sinceramente- si hay alguien por ahí que desee hacerlo estaría encantada de escuchar su propuesta...). Es posible que encontréis algún link afiliado en el post, pero se me acaba de estropear la lavadora así que... espero que me comprendáis ;)

Objeción número 1:
"Los pañales de tela son caros, no puedo permitírmelos..."


Los pañales que yo uso cuestan entre 200 y 300 € si compras 20 unidades, y sirven de 4 a 36 kg, con la garantía de poder ser usados para dos niños por lo menos. Total: máximo 400 € para dos niños. Digo el coste aproximado porque muchos los compré de segunda mano y me costaron muchísimo menos. Algunos los hice yo misma, y su coste fue aún más bajo (hay quien los hace incluso reutilizando ropa vieja, ya os contaré).

Un pañal de usar y tirar cuesta entre 30 y 50 céntimos. Si usas 8 unidades al día -los recién nacidos pueden llegar a usar 12 en 24 horas-, vas a gastarte casi 100 € al mes. Si tu niño usa pañales hasta los dos años y medio, vas a desembolsar casi 3000 € sólo en pañales. Si tienes más hijos volverás a gastarte esos 3000 €, así que con dos niños ya te habrás gastado 5000 o 6000 € en llenar los vertederos municipales de basura no biodegradable. ¿De verdad no se te ocurre nada mejor que hacer con ese dinero?

Los pañales reutilizables te costarán 300 € una vez, y te valdrán para todos los niños que tengas. Y además cuando termines de usarlos podrás pasárselos a alguien o revenderlos por un precio simbólico.

Objeción número 2: 
"¡Sí, pero lavarlos es un gasto enorme de electricidad y agua!"

¿En serio? Veamos, vamos a calcular cuánto cuesta lavar los pañales de tela:

Yo pongo una lavadora de pañales cada dos días. La pongo por la noche, para aprovechar la tarifa más baja. La electricidad necesaria para poner una lavadora cuesta de 5 a 10 céntimos de euro (el link de donde lo saqué dejó de funcionar, tendrás que calcularlo tú mismo), probablemente menos si es de clase A+. La secadora es algo parecido, aunque yo no lo sé porque no la uso. Sinceramente, a no ser que vivas en un lugar muy húmedo y sin sol (y esto lo dice una que se ha pasado tres meses inmersa en la niebla a temperaturas bajo cero), puedes vivir feliz y sin secadora usando pañales de tela. Aunque en esos casos ayuda el tener calefacción o al menos una estufa, para que se sequen más rápido dentro de la casa.

El consumo de agua de cada lavadora varía, aunque creo que generalmente usan 10 - 12 litros por lavado, lo cual se traduce en 1 o 2 céntimos de euro, aunque esto depende mucho de la localidad donde vivas (comprueba el precio del m3 en tu localidad).

En total en dos años y medio me habré gastado entre 50 y 100 euros entre electricidad y agua para lavar los pañales. Sinceramente, creo que es mucho menos que 3000 €, aún contando el coste inicial de los pañales.

Objeción número 3:
"En realidad no son ecológicos porque se lavan en la lavadora"

Para hacer los pañales desechables se consumen cantidades ingentes de petróleo, agua y madera. Una vez desechados tardarán más de 500 años en desaparecer y habrán contaminado el suelo con heces.

Si te parece más ecológico desechar por cada niño una montaña de 7000 pañales que se quedarán en el mismo sitio, oliendo mal y contaminando nuestra tierra y las aguas subterráneas, creo que no vale la pena que te leas el resto de este artículo porque nuestras opiniones sobre la vida son diametralmente opuestas.

Objeción número 4:
"No quiero tocar caca."

Muajajajaja. Esta es mi preferida. Querido mío, si te has adentrado en el mundo de la paternidad vas a tener que asumir un hecho inamovible: vas a tocar caca. Lo quieras o no. Porque los traseros de los bebés no se limpian a distancia, ya usen pañales desechables o no. Porque a veces las caquitas son tan grandes que superan los límites de cualquier pañal y se escurren hasta los pantalones (no sólo los de tu vástago, sino que pueden llegar a manchar los tuyos también). Y por cierto, esto suele ocurrir más a menudo con los desechables, al menos en mi experiencia. Así que, mis más profundas condolencias a los futuros papás que le tengan miedo a la caca, porque están condenados a acostumbrarse. ¿La buena noticia? ¡Todos se acostumbran! ¿La otra buena noticia? Si de verdad no puedes soportarlo puedes usar forros desechables que se tiran al inodoro, aunque sinceramente yo no lo hago porque no resultan muy baratos y porque la caca generalmente no se limita a las fronteras de los forritos... por desgracia.

Objeción número 5:
"No tengo tiempo, los pañales de tela son sólo para marujas (como tú) que se pasan el día en casa con los rulos."

Señoras y señores, en primer lugar... ¡los bucles de La Arándana son 100% naturales! (Como todo en su casa) y, no, no dedico todo el día a lavar pañales como una posesa. Os aseguro que poner una lavadora y tenderla cada dos días me toma muchísimo menos tiempo que abrir Facebook por la mañana y darle "me gusta" a la foto de dos gatos, cuatro bebés y cinco motos acuáticas.

Objeción número 6:
"Los pañales lavables sólo sirven para estar en casa. Cuando sales no es posible utilizarlos."

¡Error! He utilizado dos paquetes de pañales de usar y tirar en 15 meses, y más que nada porque me los regalaron (al menos eran ecológicos y biodegradables). Hay muy pocas ocasiones en las que verdaderamente no puedes usar pañales de tela. Yo diría que el único caso en que se vuelve casi imposible es estando de viaje en un hotel donde no haya lavadora.

Si salgo de casa tengo una bolsa impermeable (vale también una bolsa de plástico convencional) y meto en ella los pañales sucios. Cuando llego a casa los pongo a lavar. No es tan complicado. Además, si vamos de vacaciones a un apartamento en la playa suelo comprobar si tiene lavadora. 

Las guarderías: no soy una experta en guarderías (personalmente no soy fan de los jardines de infancia para menores de 3 años y me los tomo como un mal necesario), pero supongo que es posible convencer a las profes de que metan los pañales sucios en una bolsa y te la entreguen bien cerradita al final del día. Para ellas esto no supone ningún trabajo extra. Al día siguiente les entregas al niño junto con una bolsa de pañales limpios y todos contentos.

Objeción número 7:
"Los pañales lavables absorben menos"

Esto no es cierto y además tengo la experiencia contraria. Es verdad que si usas pañales lavables de poca calidad, sobre todo los que tienen absorbentes de materiales sintéticos, puedes tener problemas. Creo que muchas veces si los pantalones acaban mojados es más por culpa de haber puesto mal el pañal y no porque éste no absorba.

En general, si tienes problemas de "escapes y filtraciones", comprueba lo siguiente:

• Que el pañal es de la talla adecuada (no es demasiado grande o pequeño)
• Que crea un "vaso" en torno a las piernas, de modo que nada pueda salirse
• Si de verdad están tan mojados que casi chorrean cuando los cambian prueba a poner dos absorbentes en vez de uno.
• Los pañales de materiales naturales absorben mejor, yo con los de bambú nunca he tenido problemas mientras que con los de poliéster sí.

 

Objeción número 8:
"Es como volver a la Edad de Piedra"

Adoro recibir comentarios así (¿hay algo mejor que despertar un poquito de sana polémica?). Aunque éste se refería en concreto a las compresas de tela, y lo hizo una señora mayor cuyos motivos puedo comprender, aunque siento no compartir su  ideología basurista fomentada por la publicidad engañosa. Yo creo que Edad de Piedra debió de ser una era de lo más ecológico. Los seres humanos correteaban de aquí para allá con pieles o taparrabos, o directamente desnudos si no hacía demasiado frío. No sé muy bien cómo se las apañaban las madres del Paleolítico para conservar el suelo de su cueva limpio de caca y pipi, aunque sospecho que ni siquiera se lo planteaban y procuraban sortear los obstáculos con la mayor elegancia posible. Pero eso sí, los ríos, prados y bosques lucían esplendorosos en aquel entonces, ya que no había ni plásticos ni detergentes ni petróleo ni nada con lo que ensuciarlos. ¡Todo era biodegradable!

Probablemente lo que esta señora quiso decirme con su comentario era que las compresas de tela (o los pañales) no le parecían un adelanto moderno sino una vuelta atrás. Y yo esto me lo tomo como un cumplido. Rectificar es de sabios, y volver atrás si te has equivocado es una acción loable. No todo lo moderno es mejor que lo antiguo.

Probablemente esta señora vivió la época en que todo lo de usar y tirar se consideraba como un avance, en la que dar el biberón era mucho más sano, cómodo y moderno que dar el pecho, en la que la recogida de basuras nos convirtió en ilusos que piensan que los contenedores se vacían solos en una dimensión paralela donde todo desaparece y se transforma en energía cósmica. No la culpo, la culpa es de los medios de comunicación y de la publicidad, que sólo muestran ventajas y nos ocultan los inconvenientes. Probablemente esta señora nunca ha visto la montaña de basura que crearon entre ella y sus hijos sólo entre pañales y "paños higiénicos".

Imagen de miles de pañales abarrotando un vertedero, cortesía de glamomamas.com, link aquí.

Conclusión...

La única alternativa que se me ocurre son los pañales de un solo uso hechos con materiales totalmente biodegradables. No son ideales pero para cuando vas de viaje etc te pueden sacar de un apuro. Yo he probado los de la marca Bambo Nature, que por lo menos entonces daban un poco en pequeño (recomiendo no elegir el peso muy justo).

Espero que nadie se me ofenda por este artículo y que os lo toméis con humor (¿acaso es posible hablar de cacas de bebé y conservar la seriedad al mismo tiempo?). Y ya de paso, si hay algún cristiano en la sala me gustaría comentarle una anécdota curiosa. Estas navidades, mientras escuchábamos un CD de villancicos, me quedé pensativa al escuchar uno de ellos y fijarme en la letra por primera vez:

La virgen lava pañales 
y los tiende en el romero 
los pajarillos cantando 
y el romero floreciendo

¿Cómo es posible que la Virgen pueda lavar pañales y el resto de cristianos lo consideren un engorro? ¡Contradicciones de la vida, supongo! Venga gente, a lavar pañales de tela se ha dicho... y a disfrutar de un planeta limpio y culitos de bebé sin irritaciones (¡esperemos!).