Vivir sin internet
Las vacaciones llegaron y se marcharon como si nunca hubieran ocurrido. He estado ausente durante varias semanas, la mayor parte del tiempo desconectada de la red. Allá donde Cristo perdió el gorro, donde había que subir una cuesta sin asfaltar para tener una "rayita" de cobertura en el teléfono móvil, sin wifi, sin cables, sin nada de nada. Y ahora ya no sé si el vivir sin internet es un engorro... o una auténtica bendición.
Ya sabéis que aquí la Arándana va de verde y ecológica, pero si hay algo que le pierde son las profundidades del Google.
Como dice el chiste yo soy de esas que no pueden irse a dormir hasta que no se han leído internet entero. Y que conste que soy consciente de lo poco sana que puede ser la radiación inalámbrica, no es casualidad que en mi casa no haya wifi (decisión probablemente absurda ya que nos llegan por lo menos catorce wifis vecinos).
Un buen día de agosto, después de muchas autopistas, aviones y una vergonzosamente gigantesca huella de carbono, me encontré atrapada en el paraíso con un smartphone convertido en poco más que una cámara de fotos de calidad dudosa y un montón de tiempo libre. Ni wasaps, ni emails, sólo una inmensidad de horas de vacaciones que llenar con libros y buena comida. Bueno, y también preguntándome si tendría algún email o algún wasap sin contestar...
De vez en cuando hacíamos una excursión a "la civilización" para reconectarnos. Parecíamos locos de atar, todos sumergidos en los teléfonos (que ya sabemos que son casi más listos que nosotros). Nos convertíamos en posesos absorbidos por la tecnología, "a ver si me han contestado de esto y de aquello", "tengo que llamar a Fulanita", "tengo setenta y ocho mil llamadas perdidas" (¡esa por supuesto no era yo!), etc. Era como si después de haber pasado mucha sed nos encontráramos en medio de un oasis lleno de fuentes cristalinas, piñas y sandías.
Hasta que un buen día, creo que fue la última semana, el Arándano descubrió una manera de conectarse. Y volvieron los emails y las llamadas, aunque para entonces yo había perdido un poco el interés por todo aquello y andaba sumergida en la quinta lectura del verano. Pasé de la civilización y me quedé en mi universo paralelo a disfrutar de la frágil calma, a sabiendas de que tenía los días contados.
De nuevo en casa acabo de descubrir que me duelen los dedos al teclear y que Facebook, Twitter y el resto de redes (a)sociales siguen en pie y que no se detuvieron a pesar del calor estival. ¡Los eché de menos menos de lo que pensaba!
Fue bonito mientras duró... pero no sé si sería capaz de vivir para siempre sin internet. ¿Qué tal vuestro verano? ¿Cómo lleváis eso de "desconectaros" temporalmente? ¿Os resulta agradable o andáis desesperados por encontrar la ansiada cobertura?
Y claro está, bienvenidos de nuevo al blog. Creo que la vuelta al cole ya es oficial, y que no me he dejado ninguna telaraña.
A estos seguro que no les habría molestado quedarse sin wifi. |
Ya sabéis que aquí la Arándana va de verde y ecológica, pero si hay algo que le pierde son las profundidades del Google.
Como dice el chiste yo soy de esas que no pueden irse a dormir hasta que no se han leído internet entero. Y que conste que soy consciente de lo poco sana que puede ser la radiación inalámbrica, no es casualidad que en mi casa no haya wifi (decisión probablemente absurda ya que nos llegan por lo menos catorce wifis vecinos).
Un buen día de agosto, después de muchas autopistas, aviones y una vergonzosamente gigantesca huella de carbono, me encontré atrapada en el paraíso con un smartphone convertido en poco más que una cámara de fotos de calidad dudosa y un montón de tiempo libre. Ni wasaps, ni emails, sólo una inmensidad de horas de vacaciones que llenar con libros y buena comida. Bueno, y también preguntándome si tendría algún email o algún wasap sin contestar...
De vez en cuando hacíamos una excursión a "la civilización" para reconectarnos. Parecíamos locos de atar, todos sumergidos en los teléfonos (que ya sabemos que son casi más listos que nosotros). Nos convertíamos en posesos absorbidos por la tecnología, "a ver si me han contestado de esto y de aquello", "tengo que llamar a Fulanita", "tengo setenta y ocho mil llamadas perdidas" (¡esa por supuesto no era yo!), etc. Era como si después de haber pasado mucha sed nos encontráramos en medio de un oasis lleno de fuentes cristalinas, piñas y sandías.
Hasta que un buen día, creo que fue la última semana, el Arándano descubrió una manera de conectarse. Y volvieron los emails y las llamadas, aunque para entonces yo había perdido un poco el interés por todo aquello y andaba sumergida en la quinta lectura del verano. Pasé de la civilización y me quedé en mi universo paralelo a disfrutar de la frágil calma, a sabiendas de que tenía los días contados.
De nuevo en casa acabo de descubrir que me duelen los dedos al teclear y que Facebook, Twitter y el resto de redes (a)sociales siguen en pie y que no se detuvieron a pesar del calor estival. ¡Los eché de menos menos de lo que pensaba!
Fue bonito mientras duró... pero no sé si sería capaz de vivir para siempre sin internet. ¿Qué tal vuestro verano? ¿Cómo lleváis eso de "desconectaros" temporalmente? ¿Os resulta agradable o andáis desesperados por encontrar la ansiada cobertura?
Y claro está, bienvenidos de nuevo al blog. Creo que la vuelta al cole ya es oficial, y que no me he dejado ninguna telaraña.
Bienvenida de nuevo Arandana!! Pues por aqui te hemos echado de menos. Este verano tambien necesite desconectar...pero ya estamos de nuevo inmersos en la rutina.
ResponderEliminarFeliz vuelta al cole.
Bienvenida otra vez! Desconectar viene muy muy bien, en mis vacaciones no he podido desconectar tanto como tu (el internet en el móvil lo tenía), si es que nos hemos vuelto adictas todas a las nuevas tecnologías! ):
ResponderEliminarUn besazo!
Bienvenida, se te ha echado de menos! Admiro que hayas podido disfrutar de tu desconexión, yo lo he pasado mal jaja!
ResponderEliminarArándanos , esas desconexiones son necesarias aunque sea un día a la semana . Yo lo intento , además de que el tiempo que le dedico a demás aficiones me facilitan la labor . Para mí es necesario , aunque como bien dices , nada se para , todo sigue .
ResponderEliminar¡Bendita desconexión!
Bienvenida a la rutina!, yo cuando voy al pueblo me desconecto. En casa de mis suegros no tengo conexión, muros anchos y mi compañía que no debe tener antena por ahí cerca ;P
ResponderEliminarMe pasé unos 6 días sin conexión en Francia, y pensé que me iba a entrar el "mono", pero estaba tan entretenida que ni me dio tiempo a pensarlo.
Besos guapetona!
¡¡¡Bienvenida!!!, nosotros también hemos estado muy desconectados por distintas razones, es una sensación agridulce, por un lado estás feliz y por otra te siento raro...así que nos identificamos totalmente contigo. Besitos y a retomar las rutinas blogueras.
ResponderEliminarYa vamos volviendo!!que dificil es dejar de estar desconectada de internet es fatal!!un beso grandote
ResponderEliminarFeliz retorno, linda Arándana!!!
ResponderEliminarCuando no estoy en mi ciudad, si estoy entretenida todo bien, ahora, en el segundo que me aburro o me quedo sola, me nace una desesperada abstinenecia por las redes. Lo asumo, a pesar de que no me hace feliz saberme dependiente. Ahora, tengo como política navegar siempre en la compu, no he habilitado internet en el celular porque no quiero saber a dónde me llevaría, ja ja!
Te mando un besazo!
Yo en el huerto paso del móvil, pero en cuanto llego a casa necesito al menos media hora para actualizarme! Somos unas yonquis posesas de la red...
ResponderEliminarBienvenida a la civilización!
Yo reconozco que cuando la batería de mi móvil se acaba estando fuera de casa entro en pánico y si se me olvida el móvil en casa me siento estúpida. Luego llegas a casa y ves que no ha pasado nada pero no puedo evitarlo.
ResponderEliminarBienvenida!
Yo durante las vacaciones, que estoy perdida en los montes sin cobertura, no lo llevo nada mal. La desconexión sienta bien. La vuelta es peor cuando te tienes que poner al día.
ResponderEliminarEs gracioso, porque en las vacaciones no me pesa estar desconectada, pero en un día habitual de trabajo y cole, me siento incomunicada si no llevo el móvil.
Un beso
PD Me alegro de que hayas disfrutado
Bienvenida!!!!! Ay, yo es que siempre estoy conectada, no lo puedo evitar... Bueno, este verano sí he estado dos mañanas sin conexión, porque fuimos a Portugal y no era plan arruinarse. O sea, que si no quedara más remedio, las dos primeras horas estaría desesperada, pero luego sobreviviría... Eso si, para evitar el "mono" tendría que tener un buen cargamento de tela e hilos...
ResponderEliminarBss
Bienvenida de vuelta! Me alegro mucho que hayas disfrutado y desconectado este verano, es una gozada incomunicarse de vez en cuando, nosotros no nos hemos puesto datos en el móvil, así cuando salimos de casa estamos "libres" de actualizaciones y "wasap"... pero nos pasa un poco como a tí, que pillamos un wifi y nos volvemos un poco locos ;-) jaja
ResponderEliminarFeliz regreso, muchos besitos
¡Bienvenida! Tenía ganas de leerte de nuevo. Yo no he estado desconectada desconectada más de dos días y lo he echado un poco de menos. Pero también hay cierta libertad en disfrutar del momento y la vida real. Esos momentos vienen bien para tomar el aire y desengancharnos un poco. Yo ya me estoy poniendo límites, porque entre el blog, las redes sociales y el mail, no hago otra cosa que mirar el móvil :-(
ResponderEliminarpor fin has vueltoooo... te he echado de menos Arándana !! yo estoy muy enganchada, sobre todo al facebook, comentar y chatear es mi "perdición" muchos besicoss
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Hola, Arándana! ¡qué bien que ya estés aquí! ¡Qué pasada los comentarios! Estoy que alucino, y eso que veo por todas partes a la gente pegada al móvil (o lo que sea, que hay ya tantos aparatos que ni sé cómo se llaman), pero es que no me podía imaginar que estéis todas tan enganchadas. Me siento como de otro planeta, y es que aunque no se lo crea nadie, yo no uso el móvil ni las redes sociales, Sí, habéis leido bien. Hace 6 años me compré un móvil con lo más básico porque me compré una casita en el campo y tenía que llamar a los obreros. Después para lo único que de verdad me sirve es para hacer transferencias online (que sin móvil no funcionan), ah! y la linterna, que me ha hecho mucho avío, y digo "me ha hecho" porque hace poco me fui a pasar dos semanitas con mi madre a Málaga. El móvil se lo quedó mi marido porque tenía que viajar y no sabía si tendría que llamar al que le iba a recoger en el aeropuerto, pero mira por donde, que sin darse cuenta se le salió del bolsillo de la chaqueta en el avión y lo perdió. Cuando me lo contó nos morimos los dos de risa, lo sentí por la linternilla :-P. Y bueno, lo de las redes sociales es que no me va, no sé como funciona el wasap, ni facebook, ni twitter, vaya, que me suena a medio chino. Sólo sé que los teléfonos ajenos continuamente hacen ruido extraños y reciben noticias del tipo "hola, qué haces?, "nada, y tú?", "yo tampoco", etc. Y es que la tecnología no me va, a mi me gusta el silencio, la tranquiidad, la naturaleza, el ensimismarme con algo que me gusta o me admira. No conozco el aburrimiento, en fin, creo que soy un bicho raro. Lo único que me "salva" es mi blog, pero claro, si no me conecto a redes sociales apenas me conocen. Y ahora una pregunta: ¿cómo os las arregláis para limpiar, guisar, estar con la familia, trabajar, leer libros, dar paseos, etc. etc.?, en serio ¿de dónde sacáis el tiempo para hacer todo lo que yo hago y además engancharos al móvil, el facebook, el wasap, los emails (bueno, emails también leo y escribo ;-)), dedicaros a vuestro blog y los ajenos y todo eso? Lo mejor de todo es que mi marido me dice que soy adicta al ordenador, cielos!!
ResponderEliminarAparte de todo esto, el verano ha sido estupendo, lleno de experiencias que iré compartiendo en mi blog, y se ha pasado tan rápido... Mis intentos de conectarme a internet han sido bastante fallidos, pero después del cabreo y recurrir al wifi de mi hermana (es que tenía que comprar un vuelo y no había manera humana de acabar la operación antes de que se cortara la conexión) decidí pasar un kilo. Pues nada, que me alegro de que estés otra vez por aquí, que a pesar de todo me gusta leerte. Besos.
Rocío, siempre se me olvida contestar, quería decirte que me encantó la historia del teléfono con linterna, eres genial. Un beso ;)
EliminarBienvenida de nuevo al mundo virtual :) Yo también he estado desconectada todo el verano, que bien sienta... y que poco he echado de menos internet... pero también es cierto que da gusto volver a la rutina, al blog, a las recetitas caseras... Nos leemos ;) Besos guapa
ResponderEliminarAnda que has vuelto por la puerta grande: convenciéndome plenamente de que debo quitar el wifi de casa jajajajajaja.
ResponderEliminarHabrás estado la mar de bien en tu retiro, ¡pero por aquí te hemos echado mucho de menos!
me encantan los pelicanos y que hayas vuelto!!!!
ResponderEliminaryo estoy sin internet en el piso ahora mismo pero no pasa nada
Pues creo que tienes razón, estoy pensando en dejar de tener movil....me quité el facebook del móvil. Tb borre el whatsapp, pero al final lo volví a descargar. De vez en cuando tengo una semana de aislamiento y paso del móvil e internet... necesito encontrar un equilibrio...necesito más tiempo para vivir y menos para Internet..
ResponderEliminarRebienvenida!!! Aunque un descanso de vez en cuando me cae muy bien... pero cómo podría reírme de tus 14 wifis si no tuviera internet? menos mal que sobre todas las cosas nos queda el buen humor, rayitas a tope xD
ResponderEliminarPues desconectar me vino genial, las primeras hora sin wasap, mail o internet fueron durillas, pero a medida que fue pasando el día, me sentí libre, ya no tenía que ir mirando el telf cada 15 min por si alguien había enviado algo. Fueron poquitos días pero me vinieron muy bien. Y recordando cuando toda esta tecnología no exisitía.
ResponderEliminarSaludos
Yo tampoco he tenido internet este agosto y no ha pasado nada pero como echaba de menos el poder colgar una recetita o ver las que colgáis las demás amigas. Un beso y feliz retorno.
ResponderEliminarCreo que todas nos hemos identificado contigo: no cuesta acostumbrarnos a vivir sin internet hasta que te das cuenta que hay otras maravillosas formas de llenar nuestro tiempo pero, ¡ay de nosotras! cuando volvemos a tener posibilidad de entrar...
ResponderEliminar^-^
Bienvenida de nuevo a la red!! Tienes toda la razón parece que no vivimos sin internet y en realidad hay un montón de formas de pasar el rato. A mi me pasa como a ti, me cuesta entender el mundo sin internet, pero resulta genial tomarse unas vacaciones de vez en cuando y disfrutar de otras experiencias. Un besote!!
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarPrimera vez que te leo y comento :)
Me ha encantado tu manera de contar las cosas ♥
Las desconexiones van genial. Yo estuve 4 días de vacaciones en una casa rural y se disfrutan mucho. Lo único que nos enganchamos a ver series y películas en la televisión jajaja pero bueno también paseamos mucho :)
Tema internet me alegro de que el Smartphone que tengo lo toco muy poco y solo para ver instagram xD ni lo saco de casa. Mi desconexión diaria es bastante más grande y más por el poco tiempo libre que tengo jajaja aprovecho hoy la lectura de blogs porque son fiestas aquí.
Que me enrollo! xDD en fin, que me ha gustado mucho tu rincón y por aquí seguiré lo que el tiempo me deje :)